Domingo, 9 de agosto de 2015.
En las alturas de la comunidad de Sucalaya, a dos kilómetros de la
población de Italaque en el municipio de Mocomoco, departamento de La
Paz, se encuentra el asentamiento prehispánico de Usata, ahora conocido
como Merque Italaque.
En el lugar existen restos de lo que se cree fueron depósitos para el
almacenamiento de productos que eran trasladados a Cuzco como ofrendas y
pago al Sapa Inka (supremo emperador del Tahuantinsuyo; según los
cronistas, también era llamado Intipchurin, “hijo del Sol”).
Cuando llegaron los españoles a esta región, Usata pasó a ser parte de
una encomienda, debido a que estas tierras eran trabajadas por mitimaes
del incario. “La encomienda era, además de una institución de
explotación económica, la manera colonial de adoctrinar a la población
en la religión católica. Los encomenderos tenían a su cargo la
responsabilidad de la doctrina cristiana de las gentes. De los mismos
tributos de la encomienda se separaba lo necesario para mantener a los
doctrineros y caciques”.
El Virrey Toledo, en su visita general a Perú, registró a Usata en 1573
con 135 indios tributarios, 53 viejos, 189 muchachos de 17 años abajo,
378 mujeres y 106 advenedizos, en total 861 habitantes.
El tributo que se pagaba durante el siglo XVI era de 498 pesos, 6
tomines de plata ensayada, 266 fanegas de maíz a un peso y medio cada
fanega, 266 gallinas a un tomín de plata ensayada, haciendo un total de
929,8 pesos.
El destino de estos recaudos se dividía en 200 pesos para la doctrina
de los indios, 135 pesos para justicia y defensores y 40 pesos para los
caciques. El maíz y las aves contaban como tributo a los encomenderos.
La conformación cultural prehispánica de Usata en el periodo incaico
estaba constituida por mitimaes Canchis, quienes luego constituyeron la
parcialidad del mismo nombre en la época colonial; otro grupo mitimae
proveniente de Juli, presente en esta región, era el Lupaca. Para
algunos historiadores este grupo étnico procede de una invasión dirigida
por el famoso guerrero Cari.
Uno de los grupos autóctonos de estas tierras es el Kallawaya, en
concreto, los provenientes del Calaballa Chica, conocidos por sus
avanzados conocimientos en medicina natural, desarrollados en Charazani y
Curva.
Hasta la fecha, los restos arquitectónicos de las construcciones
rectangulares y circulares de piedra que se encuentran en Merque
Italaque no fueron objeto de un estudio arqueológico serio, lo cual nos
imposibilita describir con certeza el legado de los mismos.
Varios aficionados y buscadores de reliquias realizaron exploraciones y
recolecciones de abundante material cerá- mico de la superficie de
Merque Italaque; un hallazgo importante es el realizado por un poblador
de Italaque, quien descubrió un monolito de 40 centímetros de altura.
Según la descripción del inca Garcilaso de la Vega, este tipo de
construcciones rectangulares y circulares de piedra eran destinadas a
depósitos donde se guardaba el tributo al inca y al sol: “Es a saber que
por todo el reino había tres maneras de depósitos donde encerraban las
cosechas y los tributos. En cada pueblo, grande o chico, había dos
depósitos: en el uno se encerraba el mantenimiento que guardaba para
socorrer naturales en años estériles; en el otro se guardaba las
cosechas del sol, y del inca. Otros depósitos había por los caminos
reales, de tres a tres leguas, que ahora sirven a los españoles de
ventas y me- sones…llevan (los indios) por su cuenta y razón a los
depósitos que estaban en los caminos donde encerraban bastimentos,
armas, ropa de vestir y calzado para los ejércitos que por ellos
caminaban a las cuatro partes del mundo, que llamaronTawantinsuyo”.
En Usata (Merque Italaque) había por lo menos dos depósitos que
sirvieron para pagar el tributo al inca, que posteriormente sirvieron a
la corona de España; un tercer depósito estaba ubicado en Umanata que
sirvió de venta en tiempos de la colonia.
Estudios realizados a depósitos incas en Huanaco Pampa reflejan que las
estructuras de estos estaban divididas en circulares, destinadas a
conservar el maíz, y rectangulares, que eran para los tubérculos.
“Son edificios relativamente pequeños, dispuestos en hileras,
usualmente sobre una colina. En general, miran hacia el lugar de
ocupación al que están asociados. Como otros edificios incaicos, las
estructuras tuvieron dos formas básicas: circular y rectangular”.
Además de su ubicación sobre una colina, otra característica particular
para distinguir a los almacenes de las viviendas u otras estructuras
son sus puertas. El tamaño de éstas es bastante pequeño en comparación a
las puertas de otras estructuras.
La construcción circular tenía solo una puerta que casi siempre miraba
hacia la subida de la colina. Los almacenes rectangulares tenían en su
mayoría dos puertas, una que miraba hacia arriba de la colina y otra
hacia abajo.
El diámetro de las construcciones circulares, por lo general, mide
entre 2 y 6 metros. Los almacenes rectangulares tienen de 3 a 5 metros
de ancho y de 3 a 10 de largo.
Las construcciones rectangulares de Merque Italaque miden 5 metros de
ancho por 7 y 10 de largo cada uno; en las circulares, una mide 6 metros
de diámetro y la otra unos 3, aproximadamente. Esto confirma que los
restos arquitectónicos de Usata eran depósitos de alimentos en el
incario.
Para terminar esta pequeña y primera descripción de lo que fue Merque
Italaque; a lo largo de la investigación realizada en la zona fue
recurrente y constante la participación de muchos vecinos, quienes
aseguran que en algunas noches se ve en Merque Italaque pequeñas
fogatas. Al día siguiente, la tierra que fue quemada aparece excavada.
Es en este cerro donde se ha localizado una serie de “tapados” que
fueron sepultados por los habitantes del imperio Inca, quienes se
asentaron en esta región.
Al parecer, mi tarea recién se inicia, hay mucho por investigar y
estudiar en esta rica tierra; su mística y belleza dejaron en mi ser una
huella marcada como en otros investigadores que pasaron por Italaque.
Yo también terminé enamorado de su esplendor.
* Es descendiente del cacicazgo Kutipa de Italaque, jurista y
Delegado Municipal de Culturas, Interculturalidad y Turismo del Gobierno
Autónomo Municipal de Mocomoco.
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