miércoles, 14 de octubre de 2015

Las ruinas de Merque Italaque

Por: Boris Bernal Mansilla*

FUENTE: Periódico La Razón, Suplemento La Gaceta Jurídica, 16 de agosto de 2015.   Periódico La Patria Domingo, 9 de agosto de 2015.

En las alturas de la comunidad de Sucalaya, a dos kilómetros de la población de Italaque en el municipio de Mocomoco,  departamento de La Paz, se encuentra el asentamiento prehispánico de Usata, ahora conocido como Merque Italaque.
En el lugar existen restos de lo que se cree fueron depósitos para el almacenamiento de productos que eran trasladados a Cuzco como ofrendas y pago al Sapa Inka (supremo emperador del Tahuantinsuyo; según los cronistas, también era llamado Intipchurin, “hijo del Sol”).
Cuando llegaron los españoles a esta región, Usata pasó a ser parte de una encomienda, debido a que estas tierras eran trabajadas por mitimaes del incario. “La encomienda era, además de una institución de explotación económica, la manera colonial de adoctrinar a la población en la religión católica. Los encomenderos tenían a su cargo la responsabilidad de la doctrina cristiana de las gentes. De los mismos tributos de la encomienda se separaba lo necesario para mantener a los doctrineros y caciques”.
El Virrey Toledo, en su visita general a Perú, registró a Usata en 1573 con 135 indios tributarios, 53 viejos, 189 muchachos de 17 años abajo, 378 mujeres y 106 advenedizos, en total 861 habitantes.
El tributo que se pagaba durante el siglo XVI era de 498 pesos, 6 tomines de plata ensayada, 266 fanegas de maíz a un peso y medio cada fanega, 266 gallinas a un tomín de plata ensayada, haciendo un total de 929,8 pesos.
El destino de estos recaudos se dividía en 200 pesos para la doctrina de los indios, 135 pesos para justicia y defensores y 40 pesos para los caciques. El maíz y las aves contaban como tributo a los encomenderos. La conformación cultural prehispánica de Usata en el periodo incaico estaba constituida por mitimaes Canchis, quienes luego constituyeron la parcialidad del mismo nombre en la época colonial; otro grupo mitimae proveniente de Juli, presente en esta región, era el Lupaca. Para algunos historiadores este grupo étnico procede de una invasión dirigida por el famoso guerrero Cari.
Uno de los grupos autóctonos de estas tierras es el Kallawaya, en concreto, los provenientes del Calaballa Chica, conocidos por sus avanzados conocimientos en medicina natural, desarrollados en Charazani y Curva.
Hasta la fecha, los restos arquitectónicos de las construcciones rectangulares y circulares de piedra que se encuentran en Merque Italaque no fueron objeto de un estudio arqueológico serio, lo cual nos imposibilita describir con certeza el legado de los mismos.
Varios aficionados y buscadores de reliquias realizaron exploraciones y recolecciones de abundante material cerá- mico de la superficie de Merque Italaque; un hallazgo importante es el realizado por un poblador de Italaque, quien descubrió un monolito de 40 centímetros de altura.
Según la descripción del inca Garcilaso de la Vega, este tipo de construcciones rectangulares y circulares de piedra eran destinadas a depósitos donde se guardaba el tributo al inca y al sol: “Es a saber que por todo el reino había tres maneras de depósitos donde encerraban las cosechas y los tributos. En cada pueblo, grande o chico, había dos depósitos: en el uno se encerraba el mantenimiento que guardaba para socorrer naturales en años estériles; en el otro se guardaba las cosechas del sol, y del inca. Otros depósitos había por los caminos reales, de tres a tres leguas, que ahora sirven a los españoles de ventas y me- sones…llevan (los indios) por su cuenta y razón a los depósitos que estaban en los caminos donde encerraban bastimentos, armas, ropa de vestir y calzado para los ejércitos que por ellos caminaban a las cuatro partes del mundo, que llamaronTawantinsuyo”.
En Usata (Merque Italaque) había por lo menos dos depósitos que sirvieron para pagar el tributo al inca, que posteriormente sirvieron a la corona de España; un tercer depósito estaba ubicado en Umanata que sirvió de venta en tiempos de la colonia.
Estudios realizados a depósitos incas en Huanaco Pampa reflejan que las estructuras de estos estaban divididas en circulares, destinadas a conservar el maíz, y rectangulares, que eran para los tubérculos.
“Son edificios relativamente pequeños, dispuestos en hileras, usualmente sobre una colina. En general, miran hacia el lugar de ocupación al que están asociados. Como otros edificios incaicos, las estructuras tuvieron dos formas básicas: circular y rectangular”.
Además de su ubicación sobre una colina, otra característica particular para distinguir a los almacenes de las viviendas u otras estructuras son sus puertas. El tamaño de éstas es bastante pequeño en comparación a las puertas de otras estructuras.
La construcción circular tenía solo una puerta que casi siempre miraba hacia la subida de la colina. Los almacenes rectangulares tenían en su mayoría dos puertas, una que miraba hacia arriba de la colina y otra hacia abajo.
El diámetro de las construcciones circulares, por lo general, mide entre 2 y 6 metros. Los almacenes rectangulares tienen de 3 a 5 metros de ancho y de 3 a 10 de largo.
Las construcciones rectangulares de Merque Italaque miden 5 metros de ancho por 7 y 10 de largo cada uno; en las circulares, una mide 6 metros de diámetro y la otra unos 3, aproximadamente. Esto confirma que los restos arquitectónicos de Usata eran depósitos de alimentos en el incario.
Para terminar esta pequeña y primera descripción de lo que fue Merque Italaque; a lo largo de la investigación realizada en la zona fue recurrente y constante la participación de muchos vecinos, quienes aseguran que en algunas noches se ve en Merque Italaque pequeñas fogatas. Al día siguiente, la tierra que fue quemada aparece excavada.
Es en este cerro donde se ha localizado una serie de “tapados” que fueron sepultados por los habitantes del imperio Inca, quienes se asentaron en esta región.
Al parecer, mi tarea recién se inicia, hay mucho por investigar y estudiar en esta rica tierra; su mística y belleza dejaron en mi ser una huella marcada como en otros investigadores que pasaron por Italaque. Yo también terminé enamorado de su esplendor.
*    Es descendiente del cacicazgo Kutipa de Italaque, jurista y Delegado Municipal de Culturas, Interculturalidad y Turismo del Gobierno Autónomo Municipal de Mocomoco.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario